viernes, 30 de noviembre de 2007

El Camino.


Si confesará que té extraño

no mentiría;

porque en cada palabra esta la verdad,

palabras que el corazón

transforma en diamantes del espíritu.

lejana agonía invade al recuerdo.

El último bastión de tu nombre

se defiende heroico del olvido,

aún tus ojos iluminan el camino,

el sendero eres tu,

tus lagrimas son la luz,

tu rostro las flores del camino.

Sí pudiese decirte tantas cosas;

pero, aún estoy en el camino,

luchando por tu nombre

sin dejarme caer en el olvido.

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